Carta desde el exilio:

Bueno, no quedan nada más que dos días. Yo me encuentro ya preparado para partir: salir del curro a la una, un par de horitas de coche, vuelo a Tenerife y, en media horas más, en el paraíso.

Explicar el sentimiento de volver a casa para alguien que vive fuera y que sólo tiene el privilegio de volver de vez en cuando a rencontrarse con sus raíces, es muy complicado. Para muchos, cuando ven esa inmensidad verde desde el avión, lo único que dicen es "que verde y que bonita"; para otros, ese no es momento de palabras. Se nos aguan los ojos, se nos hace un nudo en la garganta y el estómago se nos pone al revés desde la altura. Una vez más, La Palma nos vuelva a atrapar con un magia que sólo los que tenemos el orgullo de ser palmeros sabemos apreciar.

Este fin de semana, aparte de rencontrarme con mi familia y mis amigos, me rencontraré con la historia. Ayer me preguntaba un amigo qué si tan importante era ese partido para pegarme el tute que me esperaba, y qué tanto era ese equipo para mí. Tenía tantas razones que darle para que me entendiera que tuve que pensarme cuales decirles para no cansarlo. Después de pensarlo un poco le dije que, para nosotros, el Tenisca es parte de nuestra familia. Unido al Tenisca está unida la historia de los míos, acontecimientos importantes están unidos al Tenisca. Ese nombre para mí significa tantas cosas que no terminaría hoy de contártelas.

El Tenisca tiene lo que muchos desean, que es HISTORIA, tiene sentimiento, tiene amor y magia, y muchas veces locura. Es algo que he aprendido desde chico, es algo que me enseñaron desde que mi abuelo, mi padre y mi tío nos llevaban a todos los pequeños a Bajamar. A día de hoy puedo cerrar los ojos e imaginarme a aquel viejito sentado en la grada viendo el partido; es más, creo que a veces puedo distinguir en la lejanía el aroma de su puro...

Eso, queridos amigos, es lo que hace grande a este equipo. Su gente y su historia, la cual es la historia de sus aficionados. Hoy, a dos días del partido, intuyo que el espíritu de Bajamar empieza ya a despertar y empieza a unirse a los tenisquistas del corazón, porque por mucho que unos no lo quieran reconocer, ¡BAJAMAR SIGUE VIVO!

Nos vemos el domingo en Mirca, y recuerden:

¡MIRCA UNIDA JAMÁS SERÁ VENCIDA!

¡HASTA LA VISTORIA SIEMPRE!