4-3 DEL REALEJOS A UN AUTOINMOLADO TENISCA:
“Cuando los de Araya perdieron la burra, para unos desgracia, para otros fortuna…” viene a decir una estrofa de una isa o folía –siempre dudo con esto– cantada en Tenerife. Ustedes me dirán que a cuento de qué viene esto. Tranqui que se los explico pronto. ¿Si les digo que el fútbol en muchas ocasiones pierde el sentido de la lógica y la justicia, y que cuando esto ocurre unos sufren la desgracia y otros gozan de la fortuna… llegan a entender el símil del clásico popular canario anteriormente mentado? Pues bien, algo de esto pasó en la tarde del sábado en la fortaleza de los Príncipes.
JULIAN HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
Fallo tras fallo, algunos clamorosos delante de la portería realejera -en un total de siete, ocho o nueve-, más tres o cuatro intervenciones magistrales del portero Sosa evitaron que el Tenisca ganara por goleada su encuentro ante el local Realejos. Si, si, no estoy loco. Considerando que el equipo de Víctor Platero convirtió casi todo lo que produjo – increíble – e hizo cuatro goles, el resultado normal, si en el futbol funcionara la lógica matemática, hubiera sido de cuatro a ocho a favor del Tenisca; y me quedo en ocho por cuanto lo que paró Sosa tiene que ser considerado como un merito propio, que pa eso juegan los porteros. Y hablando de porteros, a pesar de que algunos goles fueron imparables… no se, no se, siempre se espera que Oliver sea el de hace dos temporadas y salve partidos.
Las ocasiones desperdiciadas de la primera mitad presagiaban lo que llegó a pasar al final. Con planteamiento ofensivo claro basado en una defensa en línea de cuatro, con Alex Sánchez como lateral mas avanzado para que Eduardo cerrará por el otro lado junto a Derek y Kay como centrales puros; “Sugar” Rayco manejando con la exquisitez que le caracteriza acompañado por Abraham y Simón; y Dani López, Chema y Memo arriba con intercambios programados… se delineaba el perfil necesario para dibujar el partido que se antojara. Así, al minuto de juego, Memo y Chema ya habían tenido dos ocasiones tras pelotazos largos, orientados y con sentido, a la espalda de la defensa. Antes del diez, Memo, tras combinación con Dani López, y el propio Dani, fallaron otras dos. Vales se echaba las manos a la cabeza.
El Realejos, al que sinceramente lo veo pasando muchos apuros para salvar la categoría, despertó del letargo, e intentó maniatar en la medida de sus posibilidades. De esta guisa se llegaba al minuto treinta para que otro balón a la espalda de la defensa no fuera bien dirigido a portería por Dani López. De ahí hasta el final, Derek remató hasta tres veces un saque de esquina y nada. Pero mas clara fue la que tuvo Chema tras remate de Memo que rechaza Sosa en jugada previa de Abraham. Increíble lo que perdonó un "desquiciado" Chema.
Se llegó al descanso con un inverosímil empate a cero. Se mascaba el cumplimiento del dicho que castiga al ingenuo, al que perdona, al que es muy condescendiente. Lo sucedido en los primeros cuarenta y cinco minutos iba a decidir el encuentro.
Ejem, ejem, si, eso iba a ser así. A poco de iniciarse la segunda mitad, unas manos de Eduardo cortan un centro en el área tenisquista después de un desajuste de líneas. Escuela Melo, el asistente que impartió justicia, él si, “chivó” el claro penalti al árbitro: ¡Gol! del icodense Samuelito – maravilla de jugador -, gol del Realejos.
El equipo realejero aprovechaba la ocasión para pasar a realizar un futbol sencillo y sin miramientos. Cortar y salir a tiente tieso era una consigna evidente. Le venia de perlas.
El Tenisca, después de unos minutos de cierto desasosiego, volvió a tomar el mando de las operaciones y de la creación de ocasiones. Y aquí fue dónde emergió con mayor nitidez la figura del portero local. Memo, que estuvo muy bien todo el partido en su derroche de venir, templar y combinar, dejó un balón franco a Dani López, pero el chut de este se topó con Sosa. El córner subsiguiente fue rematado con fuerza, pero muy centrado, por Derek y otra vez Sosa la desvía... ¡increíble!
El exquisito de “Sugar” Rayco lanza una falta y Sosa se luce… ¿cuántas van, hermano? Claro que de tanto ir el vernegal a la fuente terminó rompiéndose. Un centro de Eduardo al área lo cede Derek –que estaba allí en una interpretación de la necesidad- a Dani López para lograr el empate. El sesgo del encuentro parecía que iba a tener una tendencia clara hacia el equipo merengue, disfrazado de azulgrana para la ocasión. Empero el Realejos no se asustó. Y como no se amedrentó, repito, un córner a favor lo remata José en el área pequeña – la del portero – sin paliativos para poner el dos a uno.
A Vales no le quedaba otra que arriesgar. Dejó una defensa de tres, igual número en el centro, y casi, casi, cuatro arriba, aprovechando la envergadura del juvenil Juan Pablo para que desviara y se beneficiaran sus compañeros de ataque. Sin dar tiempo a que se produjera una consecuencia en cualquiera de los sentidos, el Realejos interpreta un buen contragolpe y marca un golazo de bandera a cargo del gran “pequeño” Samuelito. Tres a uno. Parecía definitivo.
Pero no, Dani López se inventa una jugada y se la da a Juan Pablo para que acorte nuevamente. Zafarrancho tenisquista, riesgo de todo tipo, desarmado y entregado en el intento por empatar al menos, el cuadro local puso la puntilla.
Aun y así, “Sugar” exquisito Rayco tuvo tiempo de refrendar su buena actuación con un golazo a saque de falta desde el Mirador del Lance casi. Cuatro a tres. Intento palmero por volver a llegar y el juez de línea que marcaba su ataque - un chiquito asustadizo y entregado a la causa – ponía los frenos que podía. No hubo tiempo para más. Se acabó lo que se daba. Alegría en la parroquia local... cara de tontos en los expedicionarios tenisquistas.
Se autoinmoló el Tenisca en un ejercicio de sacrificio para plasmar tópicos como: el futbol es así... el que perdona acaba pagándolo... el chico puede ganar a veces... la lógica no siempre existe... y bla, bla, bla.
Acabo. Al Tenisca no le queda otra que rearmarse para encontrar la senda de los triunfos haciendo buen juego y siendo equilibrados en ataque, defensa... y portería. ¿El Realejos? Le deseo lo mejor, más lo veo como un aspirante claro al descenso si no es capaz de aportar algo diferente a la combatividad, la suerte divina, Sosa y Samuelito.
JULIAN HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
Fallo tras fallo, algunos clamorosos delante de la portería realejera -en un total de siete, ocho o nueve-, más tres o cuatro intervenciones magistrales del portero Sosa evitaron que el Tenisca ganara por goleada su encuentro ante el local Realejos. Si, si, no estoy loco. Considerando que el equipo de Víctor Platero convirtió casi todo lo que produjo – increíble – e hizo cuatro goles, el resultado normal, si en el futbol funcionara la lógica matemática, hubiera sido de cuatro a ocho a favor del Tenisca; y me quedo en ocho por cuanto lo que paró Sosa tiene que ser considerado como un merito propio, que pa eso juegan los porteros. Y hablando de porteros, a pesar de que algunos goles fueron imparables… no se, no se, siempre se espera que Oliver sea el de hace dos temporadas y salve partidos.
Las ocasiones desperdiciadas de la primera mitad presagiaban lo que llegó a pasar al final. Con planteamiento ofensivo claro basado en una defensa en línea de cuatro, con Alex Sánchez como lateral mas avanzado para que Eduardo cerrará por el otro lado junto a Derek y Kay como centrales puros; “Sugar” Rayco manejando con la exquisitez que le caracteriza acompañado por Abraham y Simón; y Dani López, Chema y Memo arriba con intercambios programados… se delineaba el perfil necesario para dibujar el partido que se antojara. Así, al minuto de juego, Memo y Chema ya habían tenido dos ocasiones tras pelotazos largos, orientados y con sentido, a la espalda de la defensa. Antes del diez, Memo, tras combinación con Dani López, y el propio Dani, fallaron otras dos. Vales se echaba las manos a la cabeza.
El Realejos, al que sinceramente lo veo pasando muchos apuros para salvar la categoría, despertó del letargo, e intentó maniatar en la medida de sus posibilidades. De esta guisa se llegaba al minuto treinta para que otro balón a la espalda de la defensa no fuera bien dirigido a portería por Dani López. De ahí hasta el final, Derek remató hasta tres veces un saque de esquina y nada. Pero mas clara fue la que tuvo Chema tras remate de Memo que rechaza Sosa en jugada previa de Abraham. Increíble lo que perdonó un "desquiciado" Chema.
Se llegó al descanso con un inverosímil empate a cero. Se mascaba el cumplimiento del dicho que castiga al ingenuo, al que perdona, al que es muy condescendiente. Lo sucedido en los primeros cuarenta y cinco minutos iba a decidir el encuentro.
Ejem, ejem, si, eso iba a ser así. A poco de iniciarse la segunda mitad, unas manos de Eduardo cortan un centro en el área tenisquista después de un desajuste de líneas. Escuela Melo, el asistente que impartió justicia, él si, “chivó” el claro penalti al árbitro: ¡Gol! del icodense Samuelito – maravilla de jugador -, gol del Realejos.
El equipo realejero aprovechaba la ocasión para pasar a realizar un futbol sencillo y sin miramientos. Cortar y salir a tiente tieso era una consigna evidente. Le venia de perlas.
El Tenisca, después de unos minutos de cierto desasosiego, volvió a tomar el mando de las operaciones y de la creación de ocasiones. Y aquí fue dónde emergió con mayor nitidez la figura del portero local. Memo, que estuvo muy bien todo el partido en su derroche de venir, templar y combinar, dejó un balón franco a Dani López, pero el chut de este se topó con Sosa. El córner subsiguiente fue rematado con fuerza, pero muy centrado, por Derek y otra vez Sosa la desvía... ¡increíble!
El exquisito de “Sugar” Rayco lanza una falta y Sosa se luce… ¿cuántas van, hermano? Claro que de tanto ir el vernegal a la fuente terminó rompiéndose. Un centro de Eduardo al área lo cede Derek –que estaba allí en una interpretación de la necesidad- a Dani López para lograr el empate. El sesgo del encuentro parecía que iba a tener una tendencia clara hacia el equipo merengue, disfrazado de azulgrana para la ocasión. Empero el Realejos no se asustó. Y como no se amedrentó, repito, un córner a favor lo remata José en el área pequeña – la del portero – sin paliativos para poner el dos a uno.
A Vales no le quedaba otra que arriesgar. Dejó una defensa de tres, igual número en el centro, y casi, casi, cuatro arriba, aprovechando la envergadura del juvenil Juan Pablo para que desviara y se beneficiaran sus compañeros de ataque. Sin dar tiempo a que se produjera una consecuencia en cualquiera de los sentidos, el Realejos interpreta un buen contragolpe y marca un golazo de bandera a cargo del gran “pequeño” Samuelito. Tres a uno. Parecía definitivo.
Pero no, Dani López se inventa una jugada y se la da a Juan Pablo para que acorte nuevamente. Zafarrancho tenisquista, riesgo de todo tipo, desarmado y entregado en el intento por empatar al menos, el cuadro local puso la puntilla.
Aun y así, “Sugar” exquisito Rayco tuvo tiempo de refrendar su buena actuación con un golazo a saque de falta desde el Mirador del Lance casi. Cuatro a tres. Intento palmero por volver a llegar y el juez de línea que marcaba su ataque - un chiquito asustadizo y entregado a la causa – ponía los frenos que podía. No hubo tiempo para más. Se acabó lo que se daba. Alegría en la parroquia local... cara de tontos en los expedicionarios tenisquistas.
Se autoinmoló el Tenisca en un ejercicio de sacrificio para plasmar tópicos como: el futbol es así... el que perdona acaba pagándolo... el chico puede ganar a veces... la lógica no siempre existe... y bla, bla, bla.
Acabo. Al Tenisca no le queda otra que rearmarse para encontrar la senda de los triunfos haciendo buen juego y siendo equilibrados en ataque, defensa... y portería. ¿El Realejos? Le deseo lo mejor, más lo veo como un aspirante claro al descenso si no es capaz de aportar algo diferente a la combatividad, la suerte divina, Sosa y Samuelito.
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